México es el país más peligroso de América Latina para ejercer el periodismo. La última década estuvo signada por el asesinato, la desaparición, la tortura y el secuestro de una centena de comunicadores a lo largo de todo el país. El Estado es señalado una y otra vez como cómplice en una trama compleja atravesada por el narcotráfico. De la ultraviolencia a los narcomensajes, mapa actual de un territorio caliente.