Cada clic en nuestro mouse puede cobijar un universo de paradigmas, filosofías e intereses en conflicto. Descargar, compartir, bajar, traficar son sólo algunos de los modos de nombrar una práctica que crea nuevas rutas de distribución de los bienes culturales y ¿acelera? la tantas veces augurada muerte del autor.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)