La capacidad de efectuar actos de comunicación comprensibles es lo que nos permite interactuar como sujetos activos en nuestro entorno social. La comunicación, como práctica social, es condición para la autonomía; sin ella predomina la dependencia y el aislamiento.
Las personas con Necesidades Complejas de Comunicación presentan dificultades en las funciones del lenguaje, y por lo tanto, en la comunicación. Muchos de ellos utilizan lo que se denomina Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA): conjunto definido de códigos no vocales, lingüísticos y no lingüísticos, que sustituyen o complementan a las tradicionales prácticas de comunicación cuando por sí solas no son suficientes para entablar una comunicación efectiva con el entorno.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)