En este artículo vamos a analizar la situación presente y las posibilidades futuras del cooperativismo agrario y trataremos de ver cual su aporte al logro de una economía desarrollada. No escapará sin embargo, la vinculación permanente de esta forma de economía social, con el hombre, que constituye el centro del sistema cooperativo.
Lo expresado tiene su razón y por lo tanto no es el resultado caprichoso de puntos de vista personales, sino el fruto de una forma de concebir la economía, de acuerdo a una doctrina que condiciona ésta a lo social.
La cooperación agraria por su influencia sobre el medio donde actúa, constituye una forma de desarrollo económico, inadvertida para muchos que aún se encuentran en ese período de considerar lo tradicional y visible a simple vista, como lo fundamental.
El mérito de la cooperación agraria, radica en las posibilidades que se le ofrecen al agricultor de iniciar empresas que parecen prohibitivas para él, merced a una fórmula combinada de asociación voluntaria y método cooperativo, que es él conjunto de principios y normas que confieren personalidad al cooperativismo.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)