Iniciamos este trabajo con la afirmación de que los adolescentes, en su interacción con los otros a través de internet, tienden al trato agresivo con una frecuencia e intensidad excesivas. Nuestra hipótesis es que esto se debe a dos causas principales. En primer lugar, el vaciamiento del lugar de autoridad del adulto que, a través de la demarcación de los límites, posibilita o imposibilita ciertas formas de relacionarse con el otro. En segundo lugar, la capacidad de anular al otro (de apagarlo, de desconectarse de él) y la falta de compromiso con los otros que de esto se deriva.
La sociedad, en su afán de paliar e incluso eliminar el malestar intrínseco a las renuncias, llega muchas veces a soluciones que lejos de ser soluciones complican aún más la convivencia, dificultan un establecimiento satisfactorio del lazo social y hacen estragos en el psiquismo de los sujetos, dando lugar a situaciones patológicas y problemáticas. Es en el sujeto que atraviesa lo más problemático de su formación donde con más nitidez se ven estas consecuencias, es decir, en los adolescentes. La ilusión de igualdad entre generaciones y la ilusión de relacionarse con el otro sin compromisos no son más que ilusiones, imposibles de realización.