El vocablo intelectual tiene varias acepciones para la lengua española. Como sustantivo, refiere a la persona que se dedica al cultivo de las ciencias y de las letras. Con este valor, el término intelectual tiene una trayectoria breve que comenzó en el siglo XIX. A partir de ese momento, empezó a ser desarrollado por varios pensadores que definieron la figura social y política que tenía el grupo condensado bajo este concepto y las representaciones y las tareas que estos debían encabezar.
En este texto se analizarán las tareas y las obligaciones que se les atribuyeron a los intelectuales a partir de la mirada de algunos autores, para reflexionar acerca de cuál es la función que deberían tener o que tienen los intelectuales de la comunicación en la actualidad.
Para ello, se estudiarán, brevemente, las atribuciones que posee el término intelectual en algunas posturas sobre la comunicación y la cultura en la Argentina y en América Latina durante las décadas del 70, del 80, del 90 hasta llegar a la actualidad.
Los significados del término y las tareas que los intelectuales de la comunicación tienen a su cargo dependen de los cambios políticos, sociales y económicos del contexto histórico.