En este trabajo Elsie Rockwell presenta una serie de reflexiones sobre la etnografía que responden a dos registros: uno desde el marco de la antropología como disciplina, entendiendo a la práctica etnográfica en sus orígenes, pertinencia, relaciones con otras disciplinas de las ciencias sociales y sus alcances en términos educativos; el otro a partir de su propia experiencia como etnógrafa en contextos escolares. Si bien en algunos capítulos predominan las reflexiones sobre una u otra de estas tesituras, se puede vislumbrar una interconexión entre ellas a lo largo de su relato: en algunas ocasiones parte de concepciones disciplinares y las remite a ejemplos de sus propios trabajos de campo, y otras veces a partir de sus experiencias como etnógrafa ofrece reflexiones del oficio disciplinar.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)