Finalizada la Operación Jonathan, esto es, el rescate de rehenes israelíes y la tripulación del avión de Air France que era mantenido secuestrado en Entebe, Uganda, comenzó una batalla internacional en el ámbito de las Naciones Unidas.
Particularmente, si bien la opinión pública internacional, en su gran mayoría, apoyaba el hecho que una fuerza reducida hubiera liberado a sus compatriotas que eran mantenidos como rehenes por una organización terrorista, existían dudas en cuanto a la posible violación de normas de derecho internacional, particularmente, la violación del espacio aéreo y un hecho de armas que podría considerarse como una agresión o violación de la soberanía de otro estado.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)