En el último siglo los cuerpos de agua han estado bajo una intensa presión debido a las actividades humanas, que como consecuencia terminan afectando la calidad ecológica de los mismos. En tal sentido, existe una amplia variedad de métodos para evaluar las respuestas de los sistemas lóticos a los gradientes impuestos por el uso de la tierra. El biomonitoreo de tales sistemas se ha focalizado principalmente en el análisis de aspectos estructurales (ej. biodiversidad, composición de las comunidades, biomasa, estructura de la red trófica) para inferir la salud y/o integridad de los ecosistemas acuáticos. En los últimos años, las evaluaciones de la “salud de los ecosistemas” han comenzado a incluir no solo aspectos de su organización sino también aspectos vinculados con su vigor, es decir indicadores funcionales (ej: tasa de producción, tasa de descomposición de la materia orgánica, ciclo de nutrientes, etc.). En un ecosistema ambos tipos de descriptores están intrincadamente vinculados y describen diversos aspectos de la misma entidad, por lo que si ambos tipos de medidas son incluidas en las rutinas de monitoreo es posible lograr una evaluación global e integradora de los componentes de un ecosistema. Considerando la necesidad de implementar herramientas de biomonitoreo de los sistemas lóticos de la llanura pampeana, uno de los principales objetivos planteados fue estudiar los aspectos estructurales y funcionales del biofilm epipélico en relación con los disturbios antrópicos y así evaluar su sensibilidad y aplicabilidad como indicador de la integridad biótica de tales sistemas.