Conocí a Lucila Protogino junto a un grupo de compañeros con quienes viajábamos todas las mañanas en el Roca rumbo a La Plata durante la década del 70. Compartimos las aulas, los docentes, el privilegio de transcurrir los estudios en las salas y laboratorios del Museo de La Plata y con el tiempo muchas más cosas en el ámbito del Instituto creado por el Dr. Raúl Ringuelet (el Instituto de Limnología de La Plata y Berisso como lo llamaba su creador). En el viejo Edificio de Obras Sanitarias en Berisso primero y luego en varias sedes platenses del Laboratorio de Ictiología a cargo de Lauce Freyre, fuimos haciendo el oficio en las distintas tareas que demandaba la biología pesquera en la laguna de Chascomús, donde además realizamos censos de aves y aportamos al conocimiento de las relaciones energéticas del sistema.