El autor se adentra en el abordaje de una problemática patente: la gestión político-criminal de la información en torno al delito, especialmente, con relación a la conflictividad penal juvenil.
De esta manera, pone al alcance del lector una interesante reflexión acerca de la gestión del peligro y destaca la emergencia de un nuevo arquetipo que opera en algunos sistemas punitivos desplazando la atención individual del joven para dar lugar a prácticas de identificación, clasificación y manejos colectivos de grupos juveniles. Analiza dos niveles de inteligencia y actuación policial, y remarca problemas específicos que, en materia de infancia, emergen en torno a la gestión de datos e información. Finalmente, analiza el contorno de garantía que todo sistema de prevención y detección prematura de fenómenos delictivos debiera tener acorde a los límites normativos internacionales y locales, a la vez que deslinda la posibilidad de articular una gestión de la información político-criminal que responda a un Estado de Derecho, apartándose de toda mirada funcional a políticas demagógico-punitivas.