Las inmensas riquezas que llegaron a Europa, desde el comienzo de la ocupación del territorio americano enviadas por los conquistadores ibéricos, fueron un icono de prestigio de la corona y el sustento que permitió perdurar en España, un sistema económico arcaico.
Aquel cúmulo de riquezas que fluyeron de las minas americanas, fueron la envida y la avidez de otras potencias del viejo continente.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)