La evolución experimentada por los elementos empleados en la llanura pampeana en la obtención de agua para beber y regar, de napa subterránea o proveniente de lluvia, puede rastrearse a través de dispositivos empleados en Chivilcoy. A la pelota de cuero -de autor anónimo- se sumó la manga de lona y el balde sin fondo. El balde volcador, creado por Carlos E. Pellegrini en 1853, el primer pozo artesiano del país para obtener agua semi-surgente, que el geólogo y agrimensor Adolfo Sourdeaux logró en Avellaneda en 1862 y el molino de viento, introducido en 1880 por Miguel Lanús. Se analiza la mecánica del balde volcador a través de ejemplos que aún perviven en el partido de Chivilcoy, contrastándose información proveniente de avisos publicitarios de fines del siglo XIX y el registro nacional de propiedad industrial referido a inventos chivilcoyanos en la obtención del agua. Se examina el malacate, noria a cangilones, bombas sapo y elevadora, molinos, hasta la proyección por iniciativa de la Municipalidad de Chivilcoy, entre 1884 y 1889, del tendido de suministro de agua corriente al menos en el área urbana.