El presente trabajo se realizó en un sector de aproximadamente 300 has, ubicado en la porción central del Macizo del Deseado.
Las rocas que afloran en la zona están comprendidas predominantemente rocas piroclásticas, en menor medida rocas volcanogénicas y sedimentarias, y por escasas lavas, y pertenecen a la Fm Chon Aike. Además, asociados a los eventos hidrotermales que actuaron, existen numerosos tipos de brechas hidrotermales y tectónicas.
Las rocas piroclásticas forman numerosos depósitos ignimbríticos de diversas características que ocupan la mayor parte del área investigada. Presentan variaciones en cuanto a la composición mineralógica, componentes líticos, grado de soldamiento y porcentaje de cristaloclastos.
Las manifestaciones lávicas tienden a ser póstumas y se encuentran relacionadas a grandes sistemas de fracturas o intersecciones de fracturas. Conforman cuerpos dómicos que podrían estar indicando antiguos centros emisores de material piroclástico.
La depositación de los materiales volcanogénicos se produce junto con la actividad volcánica, en períodos con ausencia de actividad explosiva. Se han observado depósitos sedimentarios generados por remoción en masa, canales fluviales y precipitación química. A su vez en el sector norte de la zona de estudio, existe una secuencia volcanosedimentaria, cuya preservación es resultado de la intensa silicificación, que corresponde a un ambiente lacustre con importante participación de aguas termales en su recarga y ha sido interpretado como un maar-diatrema.
Las estructuras deformacionales halladas son casi exclusivamente estructuras frágiles. Estas fracturas cumplieron un importante rol en la circulación de los fluidos hidrotermales. La región ha respondido a los esfuerzos como un sistema conjugado de cizallas de Riedel levógiro, donde los lineamientos de orientación N330-340° corresponderían a la cizalla sintética R, aquellos lineamientos de orientación N90-100° representarían la cizalla antitética R´, y los dispuestos en la orientación N10-20° serían la cizalla P. Evidencias de campo sustentan esta interpretación de los sistemas de deformación actuantes, con esfuerzo principal (σ1) proveniente del noroeste.