Walsh fue un periodista de la palabra escrita, del diario, la revista y la agencia de noticias. Por eso cabe preguntarnos, en una época donde la revolución tecnológica impone la imagen de manera decisiva, ¿qué tiene para decirnos aquella obra y aquella conducta sobre este presente? ¿Miramos ese pasado con melancolía, con autosatisfacción, porque nos reivindica? ¿O podemos extraer de esa obra una contribución orientadora del presente y del futuro?