El estudio de las sociedades indígenas que habitaron la región pampeana después de la llegada de los europeos al Río de la Plata ha ocupado un lugar minoritario dentro de la agenda de investigación arqueológica en dicha región. Esta afirmación es aplicable tanto en relación al volumen de los trabajos sobre temas ligados al desarrollo de los aborígenes prehispánicos (i.e.
Berón y Politis 1997; Gradin y Oliva 2004; Martínez et al. 2004; Mazzanti et al. 2002, por citar sólo las publicaciones de los últimos congresos) como respecto de las áreas de interés predominantes en la arqueología histórica regional (i.e. Brittez 2000, 2003; Casanueva 2005; Gómez Romero 1999, 2003; Gómez Romero y Ramos 1994; Goñi y Madrid 1998; Langiano et al. 1998, 2003; Roa y Saghessi 1998). Independientemente de los factores puntuales que habrían producido tal estado de situación –cuestión que ha sido tratada recientemente por Mazzanti (2003)- entre sus consecuencias más evidentes debe remarcarse que es muy fragmentario el conocimiento arqueológico de las poblaciones aborígenes luego del siglo XVI y que existen aún extensas áreas sobre las cuales prácticamente no se tiene ninguna información. En efecto, la arqueología indígena posthispánica se ha caracterizado por la ausencia de programas sistemáticos de investigación (Mazzanti 2003; Politis 1999; Politis y Madrid 2001).
Esta tesis presenta los resultados de una investigación desarrollada a lo largo de siete años. Su objetivo general fue abordar un conjunto de problemas acerca del desarrollo histórico de las sociedades indígenas pampeanas, cuyo denominador común es el hecho de hallarse enmarcados en situaciones de contacto y de cambio cultural. Es indudable que la llegada de los europeos al Río de la Plata inició un complejo proceso histórico que estuvo signado por una dinámica de veloces y profundas transformaciones. Los factores que intervinieron en dicho proceso son numerosos, así como múltiples las preguntas que surgen en torno a las sociedades indígenas que habitaron la región pampeana y hacia las últimas décadas del siglo XIX realizaban los últimos intentos de resistencia armada a la pérdida de sus tierras. La investigación llevada a cabo intenta responder algunos de esos interrogantes mediante información generada a partir de evidencias arqueológicas, que constituyen el aporte original del trabajo realizado, así como el análisis de fuentes escritas y su integración con numerosos trabajos que han sido desarrollados por historiadores, antropólogos y arqueólogos.