Desde los años 80, primero en Europa y luego en América Latina, se ha encarado la reforma del Estado, la cual encuentra en la descentralización político-administrativa a uno de sus principales cimientos. La descentralización se ha planteado con el objetivo de contribuir al desarrollo a través de la formulación de políticas a nivel local, en procura de una mayor eficacia y eficiencia, dado que los municipios constituyen la entidad administrativa más pequeña del Estado y, por lo tanto, se encuentran más cercanos a los diversos actores sociales, lo que hace que conozcan más de cerca las problemáticas que les aquejan y así se puedan diseñar políticas de manera concertada. Al mismo tiempo, la integración regional ha cobrado un renovado impulso, al concebirla como un instrumento apto para la consecución del desarrollo. Es así que en este marco los municipios han de jugar un papel preponderante inmiscuyendo a la población en las políticas locales de desarrollo y constituyéndose en portavoces de la ciudadanía ante las autoridades nacionales y las regionales, procurando el máximo provecho de los beneficios y minimizando los perjuicios que de la integración se deriven. A partir de lo expuesto es la investigación se ha propuesto analizar cómo perciben quienes conforman los poderes locales y los actores productivos argentinos, el papel que pueden cumplir los municipios en el proceso de integración subregional.