Es entre el trabajo barrial y la demanda en el espacio público donde Maristella Svampa ubica las dimensiones del fenómeno piquetero. Y opina que “es esa doble dimensión lo que le dio riqueza y complejidad a las organizaciones piqueteras”. Tras la conferencia que brindó en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, en el marco de los encuentros organizados por la cátedra libre “Democracia Directa”, Svampa desarrolla una pregunta que anula cualquier análisis apresurado: “Ser piquetero, ¿es una fuente de orgullo, como lo era en 2003-2004?”. A la vez, examina la influencia que ejercieron los medios de comunicación en la conceptualización simbólica del emergente social denominado piquetero.