Ante un panorama en el cual los productos de software seguirán creciendo en complejidad y tamaño, la tarea de asegurar la calidad del mismo y su confiabilidad se hace cada vez más difícil. La calidad del producto a largo plazo depende en gran medida del nivel de calidad de las actividades relacionadas con el desarrollo de software si no se realizan con los niveles de calidad adecuados. Para afrontar esta situación, se propone la elaboración de buenas prácticas para prevenir, medir y gestionar la deuda técnica en el desarrollo de software, y una herramienta que permita, a través de un repositorio de métricas de software y reportes de errores, relacionar los mismos para detectar clases o paquetes en donde sea más probable encontrar errores o propensión a fallas.