A lo largo del siglo XX, el Estado argentino fue delineando formas específicas de construir una “cuestión migratoria” que le sirvieron para delimitar los alcances que tenía la tópica constitucional del “para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”. Ese delinear no implicó una inocente forma de clasificación ni de planteamiento simbólico. En todo caso, significó políticas, interpelaciones, invisibilidades, visibilidades, emplazamientos, etc. En ese marco, pensar aquellas políticas habilita reconocer ciertas condiciones de producción de las heterogéneas formas de organización de aquellos que, progresivamente, iban siendo ubicados en los lugares indeseables y/o ilegítimos de la estructura social. Así, la producción oficial de diversidad, en algún sentido, habilitó a marcar en diferentes términos a aquellos sobre quienes pesó la fuerza de la desigualdad. Además, paralelamente se fueron convirtiendo en sinónimos la diversidad y la desigualdad, más que nada, como naturalización y neutralización sociopolítica de la segunda. Es en relación con esto que el presente texto intenta mostrar cómo dicho recorrido impactó en las formas organizativas de los paraguayos en la Argentina.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)