El 11 de septiembre de 2001 contemplamos el mayor acto terrorista ocurrido en territorio de Estados Unidos. Ese día, mediante el secuestro de aviones comerciales que impactaron contra varios objetivos, murieron cerca de 3000 personas y quedaron heridas otras 6000, así como se destruyó el entorno del edificio del World Trade Center de Nueva York y se infringieron graves daños al Pentágono. Este hecho sirve de precedente a la Guerra de Afganistán y la instauración de una nueva política exterior norteamericana. Sin embargo, esta llamada “guerra al terrorismo” encierra realidades más profundas y complejas que exigen una visión global del asunto. Por esta razón presentamos a continuación el artículo de Ariel González Levaggi que nos sitúa en la verdadera realidad del conflicto.