El 1º de febrero de 2011, el Presidente de la Sala de Controversias de los Fondos Marinos del Tribunal Internacional del Derecho del Mar (la Sala) dio lectura a su primera opinión consultiva. Esta opinión reviste una singular importancia, habida cuenta de que la Sala es el principal intérprete del régimen de la Zona Internacional de los Fondos Marinos. Los negociadores de la III Conferencia de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar reconocieron a la Zona como Patrimonio Común de la Humanidad. La decisión de atribuir a un órgano judicial especializado la competencia exclusiva para entender en todo lo relativo a su exploración y explotación se consideró la opción más acorde y, teniendo en cuenta la complejidad del régimen que regula las actividades en este espacio, podemos decir que fue acertada.