El trabajo intenta una explicación de la denunciada “ausencia de modelos económicos adecuados” que permitan pronosticar, y eventualmente evitar - por medio de determinadas recomendaciones de política económica - las recurrentes crisis financieras-fiscales y, finalmente, económicas, registradas en el mundo. A criterio del autor, en la controversia sobre la “rational expectation” approach y sobre la nueva modalidad de diseño de los modelos dinámicos y estocásticos, se han descuidado temas subyacentes a cualquier desempeño económico, entre los cuales de manera muy determinante son los diseños institucionales en base a los cuales operan las actividades de los agentes económicos, incluyendo como tales particularmente a los gobiernos. La corriente del Public Choice y la moderna Economía Institucional pueden ayudar a comprender las limitaciones y las posibilidades que enfrenta la teoría económica en cuanto a mejorar o no su condición de “ciencia”.