Este trabajo propone la implementación de políticas sociales basadas en la ampliación de programas de transferencias monetarias para contribuir a una reducción significativa de la desigualdad y la pobreza en los países de América Latina y el Caribe. El análisis de la coyuntura y las propuestas específicas que se presentan fueron elaborados a partir de datos homogeneizados para 18 países de la región. La ventaja de esta metodología es que permite elaborar diagnósticos y propuestas, así como obtener resultados comparables en el nivel regional.
El diagnóstico inicial se basa en la evolución conjunta reciente de los niveles de crecimiento económico, pobreza, desigualdad e informalidad laboral en la región. De este análisis surge la conclusión de que solo en un escenario de crecimiento muy alto y sostenido se lograrían reducir sustancialmente los problemas de pobreza y desigualdad en los países de América Latina y el Caribe, pero aún en estas condiciones la pobreza estaría lejos de su erradicación.
Asimismo, se plantea que los altos niveles de informalidad laboral hacen que la protección frente a los riesgos sociales mediante los sistemas tradicionales de seguridad social de base contributiva resulte insuficiente, tanto en el presente como en el futuro, para alcanzar niveles reducidos de pobreza y desigualdad.
Se destaca en la discusión que los programas universales de protección social constituyen la alternativa más deseable en términos de equidad y cohesión social. Sin embargo, las restricciones políticas y presupuestarias (por los altos costos que esta iniciativa representaría para la mayoría de las economías consideradas) indican que una propuesta viable y sustentable debe basarse en intervenciones que impliquen algún grado de focalización del gasto.