Por alguna razón trato de recordar algo, ese algo está ausente y me esfuerzo por ajustar su imagen; la memoria es el nombre de este esfuerzo (o, mejor, de la posibilidad de realizarlo) por hacer presente aquello ausente y el recuerdo (un recuerdo) su resultado; ahora recuerdo (yo recuerdo) y, de alguna manera, clausuro; entonces, puedo escribir: veo a M. de pie, en una escalinata, en Toledo, el recuerdo se puebla de una arquitectura (de su estilo, digamos que es antiguo) y de una presencia (turistas atareados con sus cámaras y niños); no puedo recordar el frío, sin embargo M. tiene puesto un abrigo de cuero; no puedo recordar el frío, pero puedo inferirlo. Lo que estoy recordando es una fotografía, que también está ausente, guardada a unos pasos de donde me encuentro escribiendo.