Uno de los problemas del hombre actual es saber qué es lo que debe hacer para que el mundo circundante no se convierta en una superficie yerma, reseca, donde se van acumulando los desechos indestructibles que el mismo hombre crea. El vidrio, la hojalata, y sobre todo los plásticos no son degradados por ningún tipo de organismos, debido simplemente a que la velocidad de la tecnología supera con creces a la velocidad de la evolución orgánica que podría haber creado organismos transformadores de esos insípidos restos. Un chiste gráfico de una revista norteamericana mostraba lo que vio uno de los primeros hombres en la luna procedente del mundo oriental, al pisar el suelo selenita: UNA INERTE Y REPELENTE BOTELLA DE COCA COLA VACÍA. Este es el símbolo, el peligro y la advertencia.