En 1967, en una entrevista publicada en un periódico de la ciudad de La Plata, el joven poeta Luis Pazos eludía deliberadamente la categoría de artista, para definirse como un “fabricante de modos de vida”. En sus proyecciones de sentido, esta denominación concentraba una apuesta poética y crítica que venía a desbaratar los cercos institucionalizados de la práctica artística y sus trayectorias de autoridad normalizadas.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)