Actualmente, los estudios sobre la “memoria”, tanto en la Argentina como en Latinoamérica, han adquirido una significativa dimensión y, sobre todo, los centrados en la década del setenta, pues tratan de rescatar la “memoria del horror”, tarea harto difícil porque a todo cuerpo social le cuesta asumir un pasado doloroso. En nuestro caso deseamos recorrer un camino cuyo objetivo primordial es “recuperar” “la memoria del olvido”. Esta noción lejos de concebirlos como pares opuestos, los considera como una suerte de simbiosis, que permitirá volver la mirada al pasado para construir nuevos saberes.