Cuando el interrogante que dispara un proceso de investigación se formula con la intención de desentrañar el modo en que determinados actores sociales construyen sus identidades-delimitando para esto un cierto momento histórico y una determinada sociedad-, las indagaciones requieren de un abordaje que permita dar cuenta de las dos dimensiones sobre las que descansa todo proceso de construcción identitaria, esto es, la dimensión subjetiva y la intersubjetiva. Una perspectiva que puede traducirse, al momento de encarar las indagaciones empíricas, como la necesidad de considerar tanto la subjetividad reflexivade los actores involucrados en el estudio como las características que asume el reconocimiento social que, en los contextos de interacción y comunicación, los demás actores le otorgan a esta autoidentificación.