El cine documental, tal vez más que nunca a lo largo de su historia, ha acumulado una serie de obras sorprendentemente originales y se ha convertido en un terreno de exploración narrativa que se renueva sin cesar de un autor a otro. ¿Hacia dónde va este cine? La creciente reinvención (y coexistencia) de formas narrativas y de constante confrontación con lo real va incluso más allá: «el documental explora cada vez más los límites éticos y morales con el fin de inventar las justas distancias o justo la distancia en relación a ese real filmado». Quien esto afirma, Jean Perret, dirige uno de los festivales más interesantes de cine documental en la actualidad donde se muestra anualmente una producción cuyo objetivo principal es, precisamente, interrogar esas distancias.