En las últimas décadas, la narrativa de Silvina Ocampo ha despertado especial atención en el ámbito de la crítica literaria. No obstante, su producción literaria denominada “infantil” no ha recibido tanta atención como el resto de su obra cuentística. La crítica ha señalado la inestabilidad narrativa en sus cuentos (Mancini, 2003), el extrañamiento y otros rasgos que permiten identificar su poética con la idea del “desborde”.
Por otra parte, los trabajos de la escritora e ilustradora argentina Isol, tanto a nivel argumental como gráfico, muestran un trabajo sobre la inestabilidad con matices y configuraciones que los acercan a la poética ocampiana y permiten pensar algunos contactos.
En este trabajo se analizará en forma comparativa algunas obras de ambas autoras para establecer sus puntos en común. No se trata de un análisis que postule un modelo de influencias unidireccionales, sino de revisar el diálogo entre ambas narrativas prestando atención a la utilización de temas y técnicas similares, así como del logro de efectos de lectura compartidos.