Esta tesis trata sobre la variación morfológica postcranal y las condiciones de salud y nutrición de las poblaciones del norte de Mendoza que habitaron en la ciudad durante el período comprendido entre los siglos XVI-XIX. Se estudian los entierros recuperados en los cementerios de los templos Ruinas de San Francisco y La Caridad desde una perspectiva bioarqueológica.
Se entiende que la sociedad colonial estaba compuesta por poblaciones de distinto origen y condición socio-económica. A partir de la conquista y posterior entran en contacto las poblaciones nativas con los españoles, asimismo ya se había iniciado un proceso de contacto por parte del imperio incaico, por lo que los constantes movimientos poblacionales son referidos tanto por la arqueología como por la historia. Luego se produce la introducción de mano de obra esclava y un repoblamiento de mano de obra indígena no-local. De esta manera los movimientos poblacionales generados con el fin de obtener mano de obra (sistema de encomiendas, conchabo) fue muy intenso durante los primeros años de la Colonia, es en este marco donde comienza a generarse un proceso de flujo génico (mestizaje), favorecido por el desbalance entre los sexos típico de sociedades coloniales. Por otra parte, en cuando a las condiciones de salud de las poblaciones urbanas, existen menciones en los documentos de frecuentes brotes epidémicos de viruela y difteria, que causaron alta mortalidad, a pesar de estos constantes y frecuentes eventos catastróficos se dio un crecimiento demográfico que permitió sostener la ciudad hasta el terremoto ocurrido en 1861.
En base a los resultados obtenidos se propone que la variabilidad morfológica de las muestras analizadas es mayor durante el período Colonial Temprano, la cual presenta una posible disminución hacia el período Colonial Tardío, esto se interpreta como una tendencia hacia la homogenización a lo largo del tiempo producto de un amento y mayor profundidad temporal del proceso del proceso de flujo génico. Asimismo, se registra una diferenciación morfológica en las alturas, tamaños corporales y del índice de platimería, según el sector de entierro y entre los templos, lo cual señala un mayor componente europeo hacia el interior del templo, mientras que hacia el exterior y en La Caridad un mayor componente indígena. Esta diferenciación espacial se observa en el estado de salud y nutrición de las muestras, señalando mayores frecuencias de individuos con evidencias de episodios de estrés metabólico-nutricional, esto es detención de crecimiento (hipoplasias de esmalte dental) y de estados de anemia (hiperostosis porótica y cribra orbitalia). Por otra parte, las lesiones traumáticas son más frecuentes en los individuos inhumados en los sectores de menor estatus, en cambio los procesos infecciosos no presentaron diferencias importantes, siendo más generalizados. De esta manera observamos diferencias en las condiciones de salud que se corresponden con la segregación espacial establecida por diferencias socioeconómicas.