Las letras de rock argentino manifiestan el surgimiento, la circulación y la consolidación de elementos significativos del imaginario colectivo. Constituyen así maneras de representar la vida y ponen en juego relaciones sociales y sensaciones de convivencia. En este sentido, conviene recuperar el carácter del lenguaje textual ambiguo presente en dos letras publicadas en 1985, “Tomo lo que encuentro”, de Virus y “Si no fuera por…”, editadas en un contexto de masividad, propuestas “Pop” y de convivencia democrática. Ambas líricas evidencian una intencionalidad narrativa que se vincula con la ambigüedad y el empleo de los puntos suspensivos como recurso fragmentario, de lenguaje críptico y enigmático. Al respecto, los interrogantes sobre esta herramienta sobresalen y permiten preguntar sobre los alcances de los puntos suspensivos en la construcción del misterio y el diálogo con el contenido.