En las tradicionales democracias representativas el voto ha sido, y es, la manera en que la sociedad legitimaba a un grupo de representantes para que actuaran en nombre del interés general. La participación, luego, se agotaba con el ejercicio del derecho a votar. Sin embargo, en este siglo de pleno auge de las TICs, en particular de Internet, y donde los espacios de intermediación son constantemente cuestionados, las ideas de Gobierno Abierto y Open Data, apoyados en la potencialidad de las TICs, han resurgido para hacer frente al gran desafío de revitalizar la endeble relación Gobierno-Ciudadanía.