En un vasto trabajo de investigación y difusión, el IAA, publicó a lo largo de los '60, una serie de ensayos que indagaron sobre los comienzos de la modernidad en la arquitectura argentina. Entre los varios casos tratados, algunos especialistas se interesaron por el arquitecto porteño Alejandro Virasoro (1892-1978), cuya inclusión entre los precursores o pioneros de la modernidad, inició el reconocimiento de la crítica a su obra, extensa, importante, destacando especialmente lo realizado por él entre los años veinte y treinta, momento al cual, coincidieron en denominarlo como su "década dorada". Recientemente, otros autores destacaron el aporte de la arquitectura de AV a la consolidación del perfil urbano o bucearon en alguna de sus obras paradigmáticas, por ejemplo sobre la que fue su casa en Buenos Aires, en Agüero 2034, seguramente la más representativa de su ideario proyectual.