Desde 1956 –año de su ingreso– hasta 2002, de su retiro, transcurrieron cuarenta y seis años durante los cuales Margutti prestó servicios en el Museo. Entusiasmado, como muchos otros, por un pariente que trabajaba en sus talleres no vaciló, cuando se presentó una oportunidad de incorporarse en la institución en el departamento de carpintería. Los años vividos le resultaron muy gratificantes: cosechó amigos y se perfeccionó en su oficio.