El dato más sobresaliente del semestre fue el reemplazo del Canciller, Jorge Taiana ocupó el cargo de Rafael Bielsa, quien tras una serie de idas y vueltas asumió como Diputado Nacional del oficialismo en diciembre. En principio no se observa cambios significativos en la relación de la Argentina con el mundo: se confirman algunas estrategias como la multilateralización de la agenda de seguridad y la diversificación y expansión de nuestro comercio internacional. En el área donde observamos cierta tensión es en la “prioridad MERCOSUR” definida por el gobierno. Si bien existen discusiones en torno a las asimetrías entre los socios en varios sentidos (entre Brasil y Argentina por un lado y Paraguay y Uruguay por otro, y el ya clásico chisporroteo argentinobrasileño), el pedido de incorporación de Venezuela como miembro pleno al espacio regional plantea desafíos y redefiniciones que no se perciben con claridad. En el plano comercial el bloque regional sigue dando frutos interesantes pero lo preocupante es la escasa voluntad de los socios en establecer más y mejores mecanismos de institucionalización y coordinación política. El dato de color lo aporta el creciente conflicto con Uruguay por el tema de las pasteras españolas y finlandesas. El otro dato significativo del semestre fue la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, más allá de las discusiones en torno a la oportunidad y la forma de la medida, esta acción amplía los márgenes de maniobra del país.