La performance es uno de los requerimientos no funcionales principales de las aplicaciones enterprise. Este requerimiento puede convertirse en una característica que, de no cumplirse, afecte la usabilidad y la funcionalidad de la aplicación pudiendo causar una mala aceptación del usuario y hasta el fracaso del proyecto. En la actualidad, la programación orientada a objetos se ha convertido en el paradigma de programación dominante para el desarrollo de software de gran escala y las bases de datos relacionales son el repositorio más popular y con suficiente madurez para almacenar los objetos de dominio. Ambos paradigmas se adaptan muy bien a las necesidades de las aplicaciones enterprise, pero existe una inherente incompatibilidad conceptual entre ellos, conocido como “desajuste por impedancia”. El uso de patrones de diseño, frameworks de persistencia y mapeadores objeto/relacional ayudan a resolver el desajuste por impedancia. Pero esto introduce una gama de problemas nuevos y nada triviales de resolver. La performance es uno de los problemas más frecuentes y críticos en aplicaciones enterprise, debido al volumen y complejidad de los datos que manejan y los tiempos de respuesta que se deben mantener. Es importante considerar aspectos de performance en etapas tempranas de definición y diseño. De todas maneras, aún así los problemas de performance pueden producirse y el equipo debe estar preparado para poder afrontarlos.