Ya se ha señalado que trabajar colaborativamente con otras personas para lograr una meta en común es una estrategia eficaz que los docentes podemos utilizar para mejorar nuestras prácticas y, al mismo tiempo, continuar aprendiendo con otros y de otros. La interacción y negociación entre pares se reflejan positivamente en nuestra labor docente, ya que contribuyen a encontrar soluciones reales a problemas comunes y a compartir ideas y experiencias. Su finalidad es crecer profesionalmente y construir conocimiento nuevo dentro de una disciplina y también interdisciplinariamente. Esto se debe a que no sólo mejoran nuestras prácticas de enseñanza, sino que también actualizamos nuestros conocimientos y repertorios de recursos didácticos, lo que implica volver a situarnos en el rol de aprendices y, en consecuencia, valorar la importancia de la formación continua.