Los crisomélidos constituyen una de las familias más numerosas del orden de los Coleópteros.
Se han descripto más de 30.000 especies reunidas en 16 subfamilias (Costa Lima, 1956). Sus representantes se hallan estrechamente relacionados con los Cerambícidos por la estructura tarsal y sus hábitos alimentarios y aunque no parece que existieran diferencias estructurales constantes que lo separen, los Crisomélidos presentan un aspecto general muy distinto: se diferencian por ser de tamaño pequeño a mediano, de forma muy variada, antenas de mediana longitud y ojos con el margen interno liso. Sus especies son de hábitos filófagos, mientras que algunas son monófagas como ciertas Timarcha que atacan nada más que Galium y muchos Hispidos que se alimentan sólo de palmeras, otros son polífagos y ocasionan serios daños a cultivos de importancia económica. Se distribuyen en todas las regiones geográficas del mundo excepto los polos y están particularmente bien representados en la región neotropical, que cuenta con la mayoría de las especies descriptas.
Una de las subfamilias más importante es la de los Galerucinos en la que se han descripto más de 4.000 especies (Wilcox, 1965). Presentan el cuerpo de contorno oval, antenas ubicadas próximas entre sí y fémures posteriores no adaptados para el salto. De las cinco tribus que la componen los Galerucíni y Luperini son las más numerosas en la región neotropical; los Galerucini reúne aproximadamente 150 especies pertenecientes a 17 géneros, mientras que los Luperini cuenta con más de 1000 especies comprendidas en 22 géneros.
El tratamiento de los Galerucinos neotropicales es confuso e incompleto. Los primeros investigadores que revisaron la riquísima fauna neotropical publicaron en forma aislada nuerosas descripciones siendo de destacar la labor de Baly, aparecida entre 1859 y 1890, Gahan (1891), Jacoby (1878 1904). Estas breves descripciones se basaban en unos pocos caracteres externos, fundamentalmente la coloración, sin ilustraciones ni una adecuada comparación con las especies ya descriptas. En muchos casos resulta difícil identificar sobre la base de la información bibliográfica, numerosas especies que presentan idéntico patrón de coloración y dibujo del cuerpo.
En los pocos casos que se hallan claves de identificación disponibles éstas, aparte de ser incompletas, a menudo conducen a situaciones contradictorias.