"La etnografía nos pone en contacto con lo ajeno partiendo de lo propio. Esta aproximación a lo extraño, al mundo de los otros implica siempre una referencia, por contraste o similitud, a la realidad que conocemos: a nuestro mundo. Ello hace que las descripciones etnográficas y los modelos que dan lugar, sean, también, proyecciones alegóricas de la propia cultura (...)."
(Luis Díaz Viana)