Llamada Chang’an en tiempos pretéritos, la histórica y cultural ciudad de Xi’an fue, a partir del S. VII A.C., once veces capital de Dinastías diversas e intermitentes. La muralla de 14 km de desarrollo que encierra el sector viejo es una de las más completas y mejor conservadas de la historia.
Su diseño actual, del año 580 DC, mostraba, hasta hace poco tiempo, una ciudad tranquila, de vida casi provinciana, no obstante sus 3 millones de habitantes. Pero todo cambió en los últimos 20 años. El descubrimiento del Ejército de Terracota (1974) y las Carrozas de Bronce (1980) del Emperador Qin Shihuang la transformó en una atracción científica y turística de primer nivel. Así, se puede decir que los turistas y la “economía socialista de mercado” de Den Xiaoping llegaron a Xi’an en la misma época. Junto a los Rollos del Mar Muerto, estos hallazgos constituyen, para muchos, los dos más grandes descubrimientos arqueológicos del Siglo XX.
La atracción cultural de Xi’an se incrementa, además, con el Bosque de las Estelas (700 tablas de pizarra gris sobre las que se han grabado trozos literarios, arquitectónicos y religiosos); la Torre Campanario en madera tallada, de 1384; el formidable Museo de Historia de la Provincia de Sha’anxi (didáctica muestra de varios milenios de vida china); el Sitio Bampo, del período neolítico, donde es posible observar restos de cimientos de viviendas de hace unos 6.000 años; etc.
Esta es Xi’an, la ciudad que en otros tiempos rivalizó con Roma y Constantinopla y que hoy se nos muestra como un libro tridimensional de costumbres, mitos, arte y tecnología de las antiguas civilizaciones chinas.