Nació en La Plata el 4 de mayo de 1937. Ingresó al Museo el 1 de febrero de 1952, cuando aún no había cumplido los 15 años de edad. Comenzó a desempeñarse como Cadete, pero por muy poco tiempo se mantuvo en estas funciones. Sus naturales inquietudes y su permanente curiosidad se incentivaron al recorrer el Museo y asombrarse con lo que contemplaba en sus vitrinas y lo que veía hacer en talleres y laboratorios del mismo. No pudo sofrenar su vocación, que lo impulsó a solicitar con singular persistencia su ingreso a un laboratorio: a los cinco meses su insistencia encontró eco y pasó al Laboratorio de Antropología, cuando era su Jefe de División el Dr. Alejo Vignatti. No estaba hecho para el trabajo sedentario, nos dice Molina, y me resultaba inaguantable permanecer sentado largos ratos en una silla sin hacer nada.