Durante más de diez años tuve la oportunidad de trabajar para la UNESCO y la OEA en forma discontinua, en varios países de América Latina, Brasil, Nicaragua, Costa Rica, Colombia y Ecuador, organizando proyectos de Museos Comunitarios. Trabajaba directamente con indígenas, campesinos y grupos del Caribe. Cada comunidad es distinta de otra, las categorías teóricas que sirven para explicar unas no sirven para explicar otras, pero existen puntos comunes en la acción “oficial" de la mayoría de los gobiernos en este continente. Al trabajar con programas culturales, no podemos olvidar el entorno de nuestros países y su realidad, para adecuarlos correctamente y hacer que ellos sean un instrumento de desarrollo de la comunidad.