Desde hace mucho tiempo, por razones prácticas, científicas y éticas, se han desarrollado modelos experimentales con animales de laboratorio para su aplicación en investigaciones biomédicas. Los modelos animales se definen como “organismos vivientes con una inherente adquisición natural a procesos patológicos inducidos o espontáneos que, de una u otra manera, semejan el mismo fenómeno ocurrido en el hospedador natural” (Márquez, 1997).
Los animales de laboratorio son modelos muy convenientes y herramientas útiles para utilizar en el estudio de muchas enfermedades infecciosas. En el caso de medicina veterinaria, en especial cuando se trata de enfermedades de grandes animales, el uso del hospedador natural para estudiar aspectos patogénicos e inmunológicos de una infección, muchas veces se torna dificultoso, tanto por las inconveniencias que genera el manejo de estos animales como por el costo que implica.
Debido al interés y la complejidad en el estudio de las enfermedades infecciosas, hay una búsqueda en la profundización de los conocimientos del proceso intrínseco de la inmunopatogenia que requiere de la creación de modelos animales alternativos a los hospedadores naturales. El objetivo es generar diseños experimentales confiables y reproducibles, desarrollables en medios controlados en espacios reducidos y con menor costo. Entre las múltiples ventajas que derivan de la utilización de modelos experimentales en el estudio de diferentes enfermedades, se mencionan las siguientes como las más importantes:
• Conocer la historia natural de la enfermedad, cuya etiología, patogenia, sintomatología y evolución pueden mantenerse en condiciones experimentales, sin la influencia de factores extraños que la modifiquen.
• Reproducir la enfermedad en forma experimental, casi a voluntad, lo que permite disponer de la casuística necesaria.
• Realizar estudios fisiopatológicos, desarrollando nuevas técnicas diagnósticas para tal enfermedad.
• Estudiar las enfermedades en animales endocriados lo que permite un amplio campo de investigación en inmunología, patología y genética, entre otras áreas (Cuba Caparó, 1982).
En la selección de la especie utilizada como modelo animal es importante tener en cuenta algunas características generales: a) que permita la transferencia de la información, b) bajo costo y disponibilidad permanentes, c) generalización de los resultados, d) facilidad y adaptabilidad a la manipulación experimental, e) que se pueda contar con un número de animales necesarios para realizar el experimento, f) tiempo de vida, edad en que se alcanza la adultez y generación del número de progenies necesarias en poco tiempo, g) consecuencias ecológicas e implicancias éticas de su uso (Klein, 2000).