La lectura y la escritura, su enseñanza y aprendizaje, constituyen prácticas sociales y culturales, situadas históricamente; dos habilidades a utilizar y aprender en unos contextos determinados, como por ejemplo, los escolares. Pero además, en la vida, en el cotidiano. Esas prácticas determinan el tipo de relación que cada persona establece con la cultura en general. En la actualidad, representan uno de los temas más debatidos en los distintos ámbitos educativos. Intelectuales, autoridades, docentes son los protagonistas de las más acaloradas discusiones acerca de qué hacer con ellas, en relación a su enseñanza y a su aprendizaje.