En español
Entre 1890 y 1910, en Buenos Aires hicieron presencia, antes como temor y luego como realidad, los atentados anarquistas. Son varios los interrogantes que rodean estos fenómenos: ¿Cómo comprenderlos? ¿Cómo categorizarlos? ¿Qué los motivó y cómo fueron presentados por la prensa anarquista? En este trabajo, a partir de la utilización de fuentes primarias, se pretende evaluar las categorías que suelen utilizarse para entenderlos: "terrorismo político"; "propaganda por el hecho", "actos vindicativos". Se cuestionará la pertinencia historiográfica de las categorías "terrorismo" y "propaganda por el hecho", conceptos que suponen la existencia de un objetivo político en estos actos. Comprobaremos que los atentados lejos de tener motivaciones políticas/revolucionarias, tuvieron impulsos pasionales: eran actos vengativos que no tenían la intención de dar mensajes revolucionarios, sino acabar con la vida de aquellos que consideraban responsables de las represiones y las injusticias. Asimismo observaremos que también en la prensa libertaria predominó la apreciación "pasional", y que incluso cuando se festejaban los atentados, era en la medida de que eran justicieros y no revolucionarios.
En inglés
Between 1890 and 1910, first as fear and later as a reality, anarchist attacks made its appearance in Buenos Aires. There are several questions about these phenomenons: How can they be understood? How should they be categorized? What caused them and how were they presented by the anarchist press? In this paper, a research of primary resources will lead us to examine the categories that are frequently used to describe these attempts: “political terrorism”, “propaganda by the deed”, “vindictive acts”. We will question the historiographical appropriateness of the categories “terrorism” and “propaganda by the deed”, concepts that anticipate the existence of a political aim in these events. We will verify that Anarchist attacks were driven by a passionate impulse, rather than political revolutionary motivations: they were acts of revenge with no intention of spreading the revolutionary message, but to murder those thought of being responsible for repression and injustice. Additionally, we will observe that the passionate perception prevailed also in the Libertarian press, and even though the attacks were celebrated, it was because they were acts of vengeance, and not because they were revolutionary.