Si algo enseña la historia es que no hay verdadero y pacífico desarrollo sin verdad, justicia y reparación. O, dicho en sentido negativo, nada hay más explosivo y destructivo para cualquier país que las arbitrariedades e inequidades. Este año se cumplen 90 años de uno de los episodios más gráficos de lo que estamos diciendo: el Tratado de Versalles, que firmado el 28 de junio de 1919 significó el fin de la Primer Guerra Mundial con la humillante derrota de Alemania. Flagrante situación de arbitrariedad, de imposición de vencedores sobre vencidos, condujo a la llegada del Nacional Socialismo y eventualmente al estallido de la Segunda Guerra Mundial. ¿Si el Tratado de Versalles hubiera sido más justo, se hubiera evitado esta situación? La respuesta corta y casi evidente: muy seguramente.