El proyecto tuvo la finalidad de satisfacer las necesidades de los productores de leche. Los principales problemas que éstos poseen son: una producción pequeña (entre 4 y 10 vacas) que no les permite generar caudal como para vender a las grandes empresas lácteas; una comercialización acotada –ya que venden solamente en su zona– y sin pasteurizar –este proceso debe ser realizado por quien adquiere el producto–, y por último, la falta de tecnología adecuada para el volumen de producción. Desde el inicio se pensó que el producto pudiera organizar las tareas principales (llenar los sachets, calentar y enfriar la leche) realizadas por la unidad productiva (circuito interno), y las tareas secundarias realizadas, alrededor del producto, por el usuario de la máquina (circuito externo). Esta unidad productiva, por su configuración, ordena el proceso de envasado y de pasteurizado, y el espacio de trabajo.