Nada de gritos, ni parecida cosa. No sé si algunas agudezas y unos pocos humorismos; aunque por allí háyanse deslizados inesperados sarcasmos, o la apariencia de tales, más que visiones, antojos, sueños e imaginaciones.
Quizá, un tantico más allá, o más acá, de cuanto alguna vez fuere el propósito del madrileño don Ramón Gómez de la Serna (06/07/1888-12/01/1963) quien, entre otros títulos, justamente, tuvo el tino de escoger “Greguerías”. El de hoy no lleva el deliberado propósito de igualar, ni menos superar a dicho texto del bueno de don Ramón, sino sólo aparecer modestamente, a la vez que evocar a dicho autor hispano, con la intención se allegar algunos “temas” (si es que pueden ser llamados así) singularizados como “greguerías”, pero “a destajo”.